Esta pieza creada para grandes exposiciones está formada por cinco cuadros de 200 x 200 cm y representa las diferentes cualidades que nos caracterizan a las personas de occidente.
El primer cuadro representa al ciudadano en sí mismo, con sus miedos y aquello que nos rodea e influye sobre nosotros.
La segunda pieza nos presenta un rostro, como símbolo de la fachada que mostramos ante la sociedad. Observamos que tras el rostro aparecen innumerables datos y acontecimientos que tras el rostro escondemos o desconocen de nosotros.
La tercera parte representa los sueños, pesadillas e ilusiones que necesitamos tener para continuar adelante.
En el cuarto cuadro aparece un planeta Tierra tumultuoso con cantidad de mensajes de socorro, muestra de la preocupación que el artista por el medio ambiente. Xavi introduce este tea dentro de esta composición para recordar que formamos parte de una globalidad.
La última pieza nos presenta un ser emocional y que necesita a gente cercana con quien crecer, vivir y compartir experiencias, el ser humano como ser social.